Para poder recibir energía en nuestro hogar, es necesario que la compañía de distribución eléctrica (Chilquinta, Conafe, CGE, Chilectra, etc) nos la entregue mediante un empalme, que vendría siendo la puerta de entrada de la energía a nuestra casa. Para hacerlo mas sencillo y comprensible, diremos que el empalme correspondería al medidor, aunque técnicamente es mas que eso.
Existen dos tipos de empalmes en Baja Tensión (BT), a saber, monofásicos y trifásicos. Sin embargo, solo me referiré al empalme monofásico, que es el mas común en el ámbito residencial. Las partes de un empalme las puedes visualizar en la imagen.
El medidor contiene un automático que es el que limita la corriente que puedes usar.
En Chile, la baja tensión monofásica que usamos es de 220 V y es constante en toda la instalación. Lo que varía es la corriente, y el empalme tendrá la capacidad según la corriente admisible.
La corriente admisible dependerá de la potencia instalada en tu casa. Asi por ejemplo, si tienes una potencia nominal instalada de 2 kW, te corresponde un empalme con un automático de 10 A (A=Ampere, unidad de medida de Intensidad de Corriente).
La empresa eléctrica puede instalar un empalme desde los 6 A hasta los 40 A, que es la máxima capacidad de empalme monofásico. Si necesitas mas potencia, tendrás que solicitar un empalme trifásico.
Cada vez que solicites un nuevo empalme o un aumento de capacidad, necesitarás de un certificado TE1, que es emitida por la SEC. Este trámite lo puede realizar cualquier instalador eléctrico autorizado por SEC (Como es mi caso). Los pasos a seguir para realizar este trámite, tendré que exponerlo en un futuro post.
La acometida, mostrada en la figura consiste en un par de cables eléctricos que conecta la red pública con el medidor, cuya capacidad de corriente debe estar en concordancia con el automático del medidor. Se sugiere que este cable sea de una capacidad un poco superior a la del automático del medidor, de modo que la corriente nunca exceda al valor de corriente especificado en el cable. Si la corriente que fluye es mayor que la estipulada en el cable, puede producir un calentamiento en la línea, con el consiguiente peligro de incendio.